domingo, 13 de octubre de 2013

Fórmula de Consagración a la Virgen María Papa Francisco

Esta mañana el Papa Francisco nos consagró a María ¿Ya te consagraste tu también?


Bienaventurada María Virgen de Fátima, con renovada gratitud por tu presencia maternal unimos nuestras voces ala de todas las generaciones que te dicen bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios, que nunca se cansa de inclinarse con misericordia sobre la humanidad, afligida por el mal y herida por el pecado, para curarla y para salvarla.
Acoge con benevolencia de Madre el acto de consagración que hoy hacemos con confianza ante esta imagen que nos es tan querida.

Estamos seguros de que cada uno de nosotros somos preciosos a tus ojos, y que nada desconoces de lo que habita en nuestros corazones.

Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.

Cuida nuestra vida entre tus brazos: bendice y reafirma cada deseo de bien; reaviva y alimenta la fe; sostiene e ilumina la esperanza; suscita y anima la caridad; guía a todos nosotros en el camino de la santidad.

Enséñanos tu mismo amor de predilección para los pequeños y los pobres, para los excluidos y los extraviados de corazón: reúne a todos bajo tu protección y entrega a todos a tu Hijo predilecto, nuestro Señor Jesús. Amén.

¿Por qué era necesario que el Papa Francisco consagrara de nuevo el mundo a la Virgen María?

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